LA HUMILDAD COMO VENTAJA COMPETITIVA
El humilde tiene una gran ventaja ante el que asume la pesada carga de pretender estar siempre en lo correcto.
Estoy convencido de que la humildad es una ventaja competitiva. ¿Por qué?
- TE ENRIQUECE
¿Todos se enteran de que comiste cebolla menos tú? El peor enemigo de un líder es la falta de autoconciencia. Tus puntos ciegos pueden hundirte y destruir (o al menos estancar) tu carrera. He visto directivos salir satisfechos de reuniones, sin darse cuenta de que dejaron atrás a un equipo confundido o en total desacuerdo.
Recibir retroalimentación constructiva (particularmente de personas muy directas y que te hablan sin anestesia), no es placentero. Lo sé de primera mano. Sin embargo, la crítica inicia un proceso que, bien asimilado, es transformador.
Permítete recibir críticas. Otórgate el regalo del mejoramiento continuo. No te enfoques en cómo te lo dicen sino en para qué te sirve lo que te dicen.
Acepta las opiniones diferentes; valora y agradece las críticas genuinas.
- ENRIQUECE A TU EQUIPO
¿Te molestan los puntos de vista opuestos al tuyo? La humildad te permite apreciar la opinión de otros, identificando cuando una idea es mejor que la tuya. Eso trae un beneficio para tu equipo que se siente escuchado y tomado en cuenta, lo cual incrementa su confianza en ti. Después de todo, si tu equipo prospera, tú también.
No hay nada más castrante que tener un jefe que siempre actúa en modo directivo.
La humildad en el líder, en cambio, promueve la curiosidad del equipo, genera creatividad, soluciones únicas y lealtad. No le niegues a tu equipo el regalo de tu escucha activa, tu curiosidad genuina; tu apertura a sus propuestas.
- ENRIQUECE A TU ORGANIZACIÓN
La humildad te permite priorizar la misión de tu organización sobre tu persona. Eso es fabuloso porque te ahorras todo el desgaste de estar pendiente de ti y de lo que piensan otros, y te puedes enfocar en servir totalmente al objetivo. Liderarás por propósito y no según se sienta o le convenga a tu ego.
Esto también te permitirá recibir retroalimentación útil de tus superiores, de tus mentores y líderes, lo cual en el mediano plazo te convertirá en un líder mucho más fuerte y trascendente, un influyente.
Además, a veces lo mejor que puede hacer un líder es quitarte del medio y dejar de obstruir. Si nutres la raíz (confianza y reconocimiento) y le ofreces luz (visión), el árbol crece solo, sólido, frondoso y fructífero.
¿CÓMO PUEDO HACERME MÁS HUMILDE?
El Ego es el archienemigo de la Humildad, pero esto ocurre porque la Humildad demanda algo a lo que el Ego le aterra: la Vulnerabilidad.
Ser humilde en el mundo corporativo de hoy implica actitudes que para algunos estilos de liderazgo son retadoras, como por ejemplo no tener todas las respuestas, considerar las opiniones de subalternos, y pedir ayuda. Por eso es importante que tu misión supere tu ego. De otro modo, tu falso sentido de importancia inclinará la decisión a favor de tu imagen y no de la misión.
Otro poderoso atributo del líder que la humildad facilita es la Empatía. La página Psicología y Mente da la mejor definición que conozco: “… la capacidad de reconstruir en nuestro interior los “estados mentales” de los demás…”[1] Esto implica humildad porque requiere atención genuina hacia el otro.
La empatía genera un espacio seguro y nos permite conectarnos a un nivel superior a través del regalo de la escucha, la curiosidad, las preguntas y el respeto a las ideas. La empatía nos enriquece porque nos permite aprender.
Y si piensas que la humildad y la vulnerabilidad son muestras de inseguridad o debilidad, recordemos las palabras del más sabio de los reyes:
“Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; Mas con los humildes está la sabiduría.” Rey Salomón[2]
[1] https://psicologiaymente.com/social/tipos-de-empatia
[2] Proverbios 11:2 versión bíblica Reina Valera 1961
